Silencios Estereofónicos

La fusión de acordes como vanguardia cubana

SILENCIOS ESTEREOFÓNICOS

Félix Morriña/Fotos Patricia Aridjis

*Algunos melómanos no podrán concebir tan fácilmente un son o un guaguancó mezclado con un rap o un hip-hop estilo Cypress Hill.Aún así, el grupo que realiza estas fusiones goza del apoyo de uno de los máximos representantes de la música tradicional de Cuba: Compay Segundo, quien autorizó a sus paisanos de Orishas rapear con el clásico “Chan Chan”. El ensamble radicado en Francia ofreció el pasado jueves un concierto donde presentó su disco “A lo cubano».

Félix Morriña

En esta tercera entrega de la compilación de columnas, entrevistas y reportajes para un libro digital e impreso, el periodista Félix Morriña, retoma la entrevista que le hiciera en el extinto Hard Rock Live de Polanco de la hoy #CDMX, al grupo cubano Orishas, integrado por Ruzzo, Yotuel y Roldán, publicada en la sección de Cultura de Milenio Diario, el sábado 10 de febrero del 2001. La foto de la publicación es de mi ex compañera en el diario, la reconocida fotógrafa Patricia Aridjis, las demás son referente del grupo.

Los Orishas son los dioses de la religión afrocubana, y poco se sabe de ellos fuera de la mayor de las Antillas. Desde hace casi cuatro décadas, tres jóvenes decidieron adoptar el nombre de su mayor icono para concebir un proyecto musical que fusiona los ritmos propios de Cuba con el rap y el hip-hop. El resultado no ha gustado a los ortodoxos que los han calificado como traidores de las tradiciones y formas del pueblo por utilizar géneros y acordes el más puro estilo sajón.

Orishas, integrado por Roldán (cantante), Ruzzo (rapero) y Yotuel (rapero), además del DJ Masser y el percusionista Vladimir, se defiende señalando que esos ritmos no le pertenecen a los sajones, sino a los afroamericanos, a los oprimidos del sistema, a esos que viven en condiciones infrahumanas.

–El tema que abordan en su primer álbum describe la problemática de su país desde la óptica de un cubano que vive en el extranjero. ¿Cómo una respuesta, han padecido algún tipo de presión por parte del gobierno castrista?

Roldán: No por el momento; pero hemos tenido detractores que nos han tildado de traidores por emplear un ritmo que no pertenece a la cultura cubana. Acabamos de ir a la isla haciendo una pequeña gira y nos sorprendió que no hubiera tanta vigilancia en los conciertos y que nuestros detractores no se opusieran a ellos. Pero en cualquier momento puede voltearse esta suerte.

Por otro lado, considero que nosotros no exageramos en los textos ni hacemos una crítica directa al gobierno de Fidel Castro, sólo reflejamos, a manera de crónica social, la forma de vida que se lleva en Cuba, con sus pros y contras. Las autoridades cubanas están empezando a ser conscientes de las necesidades musicales de un sector de la población que escucha otro tipo de música, y por ello nos han dejado actuar. Cuando haya malestares, seguro que no entramos.

Ruzzo: Esperemos que no haya malas interpretaciones porque sólo hemos hecho un disco con las vivencias de nosotros en Cuba. Esa realidad está reflejada de una manera muy sana en “A lo cubano” (Universal Music, 2000), porque a fin de cuentas nuestro pueblo quiere soluciones a los problemas que le aquejan.

–Ustedes son el grupo cubano más conocido en el terreno del hip-hop y el rap fusionados con ritmos afrocaribeños, pero ¿cómo es el movimiento rapero en Cuba?, ¿qué tanta efervescencia tiene?

Yotuel: El movimiento es bastante grande, y se empezó a gestar hace poco más de un lustro, cuando los jóvenes decidieron escuchar otro tipo de música que se filtró a la isla por los músicos que constantemente viajan a Europa. La inquietud nació al estar cansados de oír a los consagrados. Aunque se sabe que son muy buenos y que son parte de nuestro contexto social, también se desea digerir otro tipo de acordes a los que tenemos acceso y derecho.

Ruzzo: A mediados de los años noventa, Yotuel y yo éramos parte de una de las agrupaciones más consolidadas y rudas del rap cubano, se llamaba Amenaza y con ella influíamos en la juventud cubana para que hiciera caso a sus ideas contestatarias decidiendo su futuro. Esta banda sí sufrió de censura, al grado de que nos boicotearan los conciertos, no pasaban nuestra música en la radio ni aparecíamos en la televisión. Era una época difícil y cantábamos prácticamente lo mismo que ahora. Actualmente, en Cuba hay 150 grupos que operan de manera subterránea, entre los que destacan Primera Base, Sexo Sentido, Obsesión y Reyes de la Calle. Ellos tienen ganado un pequeño espacio en la radio cubana en un programa que se llama “La esquina del rap”, el único en su género en ese lugar donde gobierna Fidel Castro.

–Ustedes viven desde hace dos años en París, ¿qué los llevó a esa ciudad?

Yotuel: Los franceses fueron los primeros en brindarnos su apoyo, debido, en parte, a que son fanáticos de nuestra música. También porque nuestro productor, Miko Niko, es un conocedor del género rap y de la música latina, por tanto, el resultado no podía ser mejor.

Ruzzo: El habernos ido a radicar allá permitió que el movimiento rapero cubano creciera, porque muchos compatriotas desean dar a conocer su trabajo en otros países. Hasta el momento sólo unos cuantos tienen oportunidad de poseer un repertorio digno de grabarse, el resto está puliéndose para que no sean uniformes. Incluso, las temáticas abordadas por la mayoría tendrán que aportar algo novedoso para que su propuesta sea escuchada en el extranjero.

–El nombre de la banda se relaciona a la santería, y eso se refleja en casi todas las canciones de “A lo cubano”, ¿el hecho no se prestaría a malas interpretaciones por parte de algunos devotos?

Yotuel: La santería puede llegar a ser mal entendida por todos aquellos que no la conocen. Es una religión que muchos confunden con otras muy cercanas, tanto en lo geográfico como en las bases ideológicas –como los son el vudú y la brujería, que causan miedo por las leyendas, mitos y comentarios ancestrales que alguna vez dijeron nuestros abuelos—, pero la santería es blanca, sana y busca el bien para todos. En nuestra música la utilizamos mediante los instrumentos, entre ellos las percusiones, que generan ritmo ritual proveniente del batá y changó, deidades orishas que nos determinan a cada uno de nosotros.

–Para finalizar, ¿qué piensan los consagrados de su trabajo? Y, por otro lado, ¿tienen planeado trabajar con otros grupos de rap que no sean cubanos?

Ruzzo: Ya lo hemos hecho, y eso verá reflejado en el siguiente disco que saldrá a finales de año. “A lo cubano” se grabó hace año y medio, por lo que ya nos hace falta uno nuevo. Hemos compartido escenario con Cypress Hill y Control Machete, dos bandas propositivas del género a nivel mundial.

En cuanto a los músicos consagrados, tenemos la venia de Compay Segundo, quien nos permitió “rapear” el tema “Chan Chan” y nos apoyó públicamente en una estación de radio en París poniéndonos como ejemplo a seguir porque no destrozamos la esencia de la música tradicional cubana. Pero existe la larga lista de detractores que no vale la pena mencionar.

Recuerda: ¡Nos buscamos, nos vemos, nos escuchamos, nos entendemos!

fmorrina@yahoo.com.mx
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