Metallica en la CDMX: Un Homenaje Épico y Despedida Inolvidable
Texto y Fotos Víctor A. H.
La leyenda del metal regresó a México con una fuerza arrolladora. Después de una espera de siete años, Metallica pisó nuevamente tierras aztecas para ofrecer cuatro conciertos inolvidables en el Estadio GNP Seguros. Lo que comenzó como una simple gira mundial, se convirtió en una experiencia única gracias a la decisión de la icónica banda de dedicar dos fines de semana completos a la Ciudad de México, un hecho sin precedentes en su carrera.
Uno de los aspectos más destacados de estos conciertos fue el homenaje que Metallica rindió a la música mexicana. Con versiones poderosas de clásicos como «La Chona» de Los Tucanes de Tijuana en la primera noche (20 de septiembre); «La Negra Tomasa» de Caifanes (22 de septiembre) y «A.D.O.» de El Tri de Alex Lora (viernes 27 de septiembre), esta última interpretada por el bajista Robert Trujillo, con ello, la banda demostró su respeto y admiración por las raíces musicales de México.
Estas interpretaciones no solo sorprendieron al público, sino que también crearon un puente entre dos géneros aparentemente distantes, el metal y la música mexicana
Metallica siempre ha sido conocida por su energía en el escenario y su capacidad para conectar con el público. En esta ocasión, la banda llevó esta conexión a un nuevo nivel al presentar un setlist completamente diferente en cada concierto. Esta decisión no solo mantuvo a los fans al borde de sus asientos, sino que también demostró la vasta experiencia y el repertorio de una banda que lleva más de cuatro décadas en la industria musical.
Con el concierto del domingo 29 de septiembre, Metallica pone punto final a su gira mundial “M72 World Tour”, destacando el hecho de que eligieron México como el único país para realizar dos fines de semana consecutivos conciertos, con lo cual, la banda dejó en claro lo especial que es este país para ellos, así lo manifestó el vocalista James Hetfield, así como cada uno de los integrantes del cuarteto que completan el baterista Lars Ulrich, el guitarra Kirk Hammett y el bajista Robert Trujillo (con raíces mexicanas).
La producción en cada show fue espectacular, con un escenario imponente en forma de dona y en 360 grados, así como ocho torres inmersas de las que flotaban plasmas proyectando a cada uno de los integrantes, además de un sonido de alta calidad que retumbaba en todo el recinto. Sin duda, Metallica demostró una vez más por qué son una de las bandas más grandes del mundo, que sí saben montar un espectáculo de primer nivel lleno de parafernalia y ante lo cual, los fans mexicanos respondieron con una pasión y entrega que seguramente quedará grabada en la memoria de todos los presentes.
En resumen, la banda no solo ofreció espectáculos de primer nivel, sino que también demostró su versatilidad y su respeto por la música de México y sus miles de seguidores.