Redacción/ Fotos Arly García
La noche del sábado 21 de junio, el Teatro Quimera de Metepec fue testigo de una velada inolvidable para los amantes del rock en español, gracias al vibrante tributo a Maná protagonizado por la banda “Rayando el Sol”. A pesar de la lluvia persistente que cayó sobre el Valle de Toluca, el ánimo del público nunca decayó; al contrario, la atmósfera húmeda y cargada pareció amplificar la nostalgia y pasión que caracteriza a los grandes clásicos del cuarteto tapatío.
Desde los primeros acordes, la banda Rayando el Sol, bajo el concepto «Experiencia M•AN•A», demostró por qué se ha consolidado como uno de los tributos más fieles y emocionantes al legado musical de Maná. Con Eddie Stanley al frente en la voz principal, el grupo ofreció una interpretación intensa y emotiva de temas icónicos como “Oye mi amor”, “Labios compartidos”, “Rayando el Sol”, “Eres mi religión”, “En el muelle de San Blas” y “Corazón espinado”, entre otras joyas del repertorio.
La química sobre el escenario fue evidente en todo momento. Eddie Stanley no solo evocó la voz de Fher Olvera con impresionante fidelidad, sino que logró conectar profundamente con el público, llevándolo en un viaje musical a través de los momentos más representativos de la discografía de Maná. A su lado, Jony Mops en la batería canalizó la energía y precisión de Álex González, mientras que Marc Zambrano en la guitarra ofreció solos llenos de fuerza y sentimiento. Guillermo en el bajo aportó la base rítmica sólida que sostiene cada tema, y Antonio García en los teclados supo colorear cada arreglo con sutileza y elegancia.
El espectáculo no solo fue un concierto, sino una verdadera experiencia emocional para los asistentes, quienes corearon cada canción como si fuera parte de su propia historia. La banda no se limitó a reproducir los temas, sino que los revivió con pasión, logrando un equilibrio entre fidelidad sonora y una entrega escénica auténtica que mantuvo al público cautivado de principio a fin.
Cabe destacar el trabajo impecable de Latiendo Latino, Dianca Entertainment Inc. y BluGold Records promotores del evento, quienes demostraron una vez más su compromiso con el entretenimiento de calidad en la región. Gracias a su gestión, conciertos como este, que celebran la música latina y sus leyendas, siguen teniendo un espacio digno en escenarios como el Teatro Quimera, consolidando a Metepec como una plaza cultural importante en el Valle de Toluca.
El tributo a Maná fue mucho más que una noche de música: fue una celebración colectiva de la memoria sonora de toda una generación. Una experiencia que demostró que, llueva o truene, la música sigue siendo el mejor refugio para el alma.
