Conocí a María Zahara Gordillo Campos por ahí del 2009 con su disco: “La fabulosa historia de la chica que… perdió el avión”. Me encanta el título, me siento identificada porque suelo llegar “tarde” a todos lados, en el sentido metafórico y también en el real, parece que el reloj y yo lidiamos batallas épicas todas las mañanas – tanto como que a veces llevo calcetines de diferente modelo o color, rompo el pantalón y no lo noto, olvido el lunch que preparé la noche anterior, sobre la mesa- y cada que tengo una cita hago cálculos algebraicos para lograrlo (sí, como el meme), aunque he de decir que la única vez que he estado a punto de perder un avión no fue por mi falta de estimación de tiempo sino por el tránsito vehicular que se vive en la Ciudad de México y que nunca puede ser predecible.
Al final corrí sin detenerme atravesando el aeropuerto de extremo a extremo y lo logré, agradezco no haber perdido ese avión, sobre todo porque ese viaje (a la playa) me trae muy buenos recuerdos. Zahara es una cantautora española que con su dulce voz logra hipnotizarte, en otras te pone a bailar pero tiene una constante en sus composiciones y es el sentimiento y pasión con la que trabaja.
La chica que abandonó su Úbeda natal con una guitarra y un bloc para componer bajo el brazo se fue en un inicio a Granada donde formó una banda de jazz de la mano de Alfonso Alcalá al bajo y Pablo García en la batería, llamándose: “ZaharaEléctrica” y adoptando un sonido más indie.
Sin embargo fue el certamen de canción de autor del IAJ que la catapultó a la fama y a un terreno ya como solista.
Es este disco del cual les hablé al inicio, el que tuvo éxito y probablemente se debió a que mostró canciones que narran cosas cotidianas y sencillas, un pop muy cercano, pero con mucho realismo sin mayores pretensiones de intentar “cambiar el mundo” y en el que cualquiera puede identificarse con alguna de las historias de sus composiciones como: “La canción más fea del mundo” (Esa canción que seguro retumba en nuestra cabeza cuando estamos donde ya que no debemos estar porque hay historias que no vale la pena dejarlas agonizar).
Zahara nos ha regalado otros 2 discos posteriores: “La pareja tóxica” (2011) y “Santa” (2015), ambos con conceptos completamente diferentes entre sí, además se involucró en la actuación de la película: “El leñador y la mujer América” (una antesala para descifrar de qué iría “La Pareja tóxica”).
Al final parece que la propuesta musical de Zahara es evolución constante hacia un pop tal vez con influencias como Maga, Tulsa, Death Cab for Cutie o Love of Lesbian.
Es con esta canción “Domingo astromántico” donde comencé a querer saber más de ella, aquí hace una mancuerna con Santi Balmes (Love of Lesbian) que resulta excelente. (Alguna vez alguien rompió mi corazón y se fue un domingo de mi vida, esta canción encajaba a la perfección para ser tarareada una y otra vez).
La andaluza no había sacado nada desde 2015 y este año después de hacer una pausa momentánea en su carrera para dedicarse a la maternidad nos regala un Ep llamado: “Primera Temporada” fichado por su propio sello discográfico llamado: G.O.Z.Z. Records. En este material realiza un homenaje a cuatro de sus series de televisión favoritas a través de versiones de canciones que aparecen en ellas: “Narcos”, “The Young Pope”, “House” y “13 Reasons Why”.
Un trabajo que cuenta con la producción y dirección musical de Sergio Sastre (Miss Caffeina). “Primera Temporada” sirve para hacer más ligera la espera de un nuevo álbum que, en teoría saldrá a finales del 2018.
